Jugando con Dioses {Élite||Foro nuevo}

Aal fue el primero, el Creador, el que surgió de las brumas de la Nada y dio forma al mundo, desértico, pero no carente de vida. Los caminantes fueron los primeros pobladores de este árido mundo. Sus esencias nacían, pero también morían. Así nació Évora, la segunda diosa, la Caminante de las Sombras. Su inmensa cabellera, más negra que la noche más oscura sin estrellas, formó una inmensa red que se extiende por todo el mundo conocido. Estos hilos recogen las almas de los muertos, y del mismo modo que sus cuerpos vuelven a formar parte de la tierra, sus esencias pasan a formar parte de la energía que mueve el mundo.

Ángeles y demonios nacieron de la mano de Aal. El odio irracional que sentían los unos por los otros, sus constantes batallas, eran un entretenimiento fabuloso para los dos primeros dioses. Y fue entonces cuando Mélider, la Hechicera de las Estrellas, llegó. Fue ella la que las puso en el firmamento, y en ellas escribió los destinos de todas aquellas esencias perdidas en un caos de sangre y terror, las grandes gestas que sucederían en años venideros.

Tiempo después, el aire tomó forma: Ardevre, la Flautista del Viento. Báldum, el que cabalga los Bosques, era la representación divina de flora y tierra. El último de los Seis surgió de las profundidades del océano, Kines, el Danzante de los Mares. El Templo de las Voluntades estaba completo, la morada de los Dioses.

Etéreos, elfos y sirenas surgieron de estos tres recién llegados, portando cada raza en lo más hondo de su esencia la huella de su creador. Estos, junto con ángeles, demonios y caminantes, formaron el grupo de las Grandes Razas, que poblaron la Tierra de Knöhr durante siglos.

Esta rutina pronto aburrió a los Seis, que ansiosos por ver nuevas historias decidieron crear una nueva raza. Los humanos fueron el resultado de aquel acuerdo. Estos, cegados por su orgullo, anunciaron que una nueva era dar?a comienzo en toda Knöhr, a la que llamaron el Renacer del Alba.

Estamos en el año 532 después del Renacer del Alba. Ángeles, demonios, elfos, sirenas, etéreos... dioses. Un mundo joven, rebosante de vida y magia, a merced de la voluntad de los Seis.